lunes, 25 de febrero de 2013

Jeff e Roy




asimetría


En ocasiones, cuando estaba desanimado por el trabajo o la vida, me levantaba la moral dar un paseo con Jeff, que me recordaba invariablemente por qué me había hecho artista señalando u observando simples fenómenos del día a día: "Mira esa planta" o "Mira esa tabla apoyada contra la puerta". Se trata de algo que hacen juntos muchos artistas, y también quienes no lo son: fijarse en las cosas, no meramente como oportunidades para crear imágenes, sino como milagros cotidianos de por sí.

A menudo sigo sorprendiéndome al comprobar que mucha gente no ve las cosas como son. Me cuesta creerlo, pero es cierto que se limitan a echar un vistazo al mundo, bloquean las cosas indeseables y las meten en categorías como desechos. Han aprendido a concentrarse en su ascenso y a contener sus aprensiones gracias a esas reducciones categóricas. Me da miedo, porque parece la raíz de cualquier reacción. No considero que todo el que no aprecia la belleza de lo cotidiano sea fascista, pero esa gente quizás sería la más fácil de reclutar si surgiera una nueva fuerza reaccionaria. Probablemente resulta más fácil convencer a alguien que no ve la belleza de un objeto desechado y desgastado de que una categoría de seres humanos puede etiquetarse como desechos.

"Jeff Wall. El sendero sinuoso"





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